martes, 16 de julio de 2013

5 Poemas de Rafael Pombo










1
Un Beso
Nube con nube fulminante choca:
¡esa es la tempestad!
Estréllanse una boca y otra boca:
¡esa es la muerte
o es la felicidad!
¡Dame un beso, alma mía! De esa suerte
yo ansío en tus brazos desposar la muerte
con la felicidad.
Diciembre: 1855
2
Súplica
Va entre sombras y luz mi pensamiento,
va entre amor y dolor mi corazón:
verte, es mi bien; no verte, mi tormento;
y el verte es, ¡ay!, para decirte ¡adiós!
¡Ser feliz lo que dura una mirada!
Ser nuestro amor secreto de los dos,
¡y no poder el alma enamorada
ir a ti en alas de mi triste adiós!
¡Ser mío tu corazón, y amando tanto
darme sólo un relámpago de amor!
De ese incesante enamorado canto
¡sólo escuchar la nota del adiós!
Mi bien, si me amas tú, si me adivinas
responde a las tinieblas a mi voz:
cíñeme así de flores o de espinas,
¡pero dame algo mas que un triste adiós!
Agosto: 1852
3
Barcarola
Al rayo de la luna,
fanal de mi fortuna,
que boga por el río
ligero de ola en ola,
te cantaré, bien mío,
mi dulce barcarola.
Al golpe de los remos
durmamos y soñemos
que vamos por el río
bogando de ola en ola
cantándote, amor mío,
mi dulce barcarola.
¡Qué sueño mas precioso
que en este tiempo hermoso
por este mismo río
bogando de ola en ola,
cantándote, bien mío,
tu dulce barcarola!
O escucha: no cantemos,
durmamos o soñemos,
que al verte al lado mío
enamorada y sola…
siguió cantando el río
mi dulce barcarola.
4
Desesperación
Mal viajero, mis ojos buscan ya la posada.
Al comenzar apenas la terrenal jornada
estoy cansado ya.
Ni espero, ni deseo mejorar de camino,
sólo quiero acabar, mal o bien mi destino,
y a pasar más allá.
No ha sido el alma mía creada para el mundo,
me separa su abismo, cada vez más profundo.
estoy de más aquí.
Y de todos los bienes que depara la suerte,
sean bienes o sean males, solamente la muerte
fuera un mal para mi.
—————————————————————
¡Basta, triste comedia de esperanza y paciencia,
hipócrita alegría, estólida prudencia,
mascara de dolor!
No trato de hacer frases ni de reunir vocablos,
sino de preguntarte por qué, para qué diablos
me creaste, oh Señor.


5
Elvira Tracy

“The mass is over: come, come let us go home”
(De sus últimas palabras)

¡He aquí del año el más hermoso día
Digno del paraíso!, es el temprano
Saludo que el otoño nos envía
¡Son los adioses que nos da el verano!

Ondas de luz purísima abrillantan
La blanca alcoba de la dulce Elvira
Los pajarillos cariñosos cantan,
El perfumado céfiro suspira.

He allí su tocador: aún se estremece
Cual de su virgen forma al facto blando.
He allí a la Madre de Jesús: parece
Estar sus oraciones escuchando.

¡Un féretro en el centro, un paño, un Cristo!
¡Un cadáver! ¡Gran Dios!. . . ¡Elvira!. . . ¡Es ella
Alegremente linda ayer la he visto,
¿Y hoy?. . . hela allí. . . ¡solemnemente bella!

¡No ha muerto: duerme! ¡Vedla sonreída!
Ayer, en esta alcoba deliciosa,
Feliz soñaba el sueño de la vida
¡Hoy sueña el de otra vida aún más dichosa!

Ya de la rosa el tinte pudibundo
Murió en su faz; pero en augusta calma
La ilumina un reflejo de otro mundo
 Que al morir se entreabrió para su alma.

Ya para los sentidos no se enciende
La efímera beldad de arcilla impura;
Mas, tras de ella, el espíritu sorprende
La santa eternidad de otra hermosura.

Cumplió quince años: ¡ay! edad festiva,
¡Más misteriosa y rara, edad traidora!
¡Cuando es la niña para el hombre esquiva,
Y a los ángeles férvida enamora!

¡Pobre madre! ¡del hombre la guardaste,
Pero esconderla a su ángel no supiste!
¡La vió, se amaron, nada sospechaste,
Y en impensado instante la perdiste!

Vio al expirar a su ángel adorado,
Y abrió los ojos al fulgor del cielo,
Y dijo: el sacrificio ha terminado,
¡Ven vámonos a casa! y tendió el vuelo.

¡Por eso luce tan hermoso el día,
 Indiferente al llanto que nos cuesta!
Hoy hay boda en el cielo: él se gloría:
¡La patria de la novia está de fiesta!

Nueva York, agosto 30 de 1863




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